En busca de un alter ego femino
MI SUEÑO FAMILIAR
Tengo a veces un sueño penetrante
de una mujer desconocida a la que amo y que me ama,
y que no es, cada vez, en absoluto la misma
ni es otra, y me ama y me comprende.
Porque ella me comprende, para ella sola,
y mi corazón transparente cesa de ser un problema
para ella sola. Y los sudores de mi frente pálida
Ella sola los sabe refrescar, llorando.
¿Es morena, rubia o pelirroja? Lo ignoro
¿su nombre? Recuerdo que es dulce y sonoro
como el de los amados que la vida exilia.
Su mirada es parecida a la mirada de las estatuas
y, en su voz, lejana, calma y grave, tiene
la inflexión de las voces queridas que se han matado.
A UNA MUJER
A usted, estos versos, por la consoladora gracia
de sus ojos grandes donde se ríe y llora un dulce sueño;
a su alma pura y buena, a usted
estos versos desde el fondo de mi violenta miseria.
Y es que, ¡ay!, la horrible pesadilla que me visita
no me da tregua y, va, furiosa, loca, celosa,
multiplicándose como un cortejo de lobos
y se cuelga tras mi,y me ensangrienta.
Oh, sufro, sufro espantosamente, de tal modo
que el primer gemido del hombre
arrojado del Edén es una égloga al lado del mío.
Y las penas que usted pueda tener son como
las golondrinas de un cielo al mediodía,
en un bello día de septiembre tibio.
Autor : Paul Verlaine
Publicado por Walter Ramirez.
viernes, junio 16, 2006 a las |
3:00 p. m. |